Según el medio 'El Día' de La Plata, asegura que habló con expertos y conocedores de la Vasílica de esa ciudad y alertan sobre las probabilidades que tiene el templo de sufrir la misma catástrofe que sufrió la Catedral de Notre Dame en París, Francia. 

Desde 'El Día' hablaron con 'expertos en accidentología' y dijeron que “Con Notre Dame hay parecidos y diferencias -señaló un profesional muy conocedor del templo mayor- toda la estructura del techo de la de París era íntegramente de madera, mientras que la nuestra tiene una cobertura metálica. Pero toda la nave central a dos aguas está revestida en madera. O sea que si se declarara un incendio, quedaría la estructura metálica, el cobre que se ve de afuera, pero todo lo demás es altamente inflamable, todo se pulverizaría. Para peor, la catedral platense tiene muchas deficiencias, y además no cuenta con un sistema propio ni de detección ni de extinción de incendios”.

Señalaron, estos expertos, que los puntos más sensibles de la Catedral platense son "los entretechos, espacios muy cerrados, sin ventilación, donde se encuentran todos los sistemas eléctricos de las luces de la nave central, por encima de las bóvedas, a más de 40 metros de altura". 

“Es un espacio crítico -aseguran- donde la temperatura es muy superior a la del exterior. En un día de verano de 35 grados, por ejemplo, allí pueden registrarse 45 o más, y cualquier cortocircuito puede provocar un incendio de proporciones. Esto se analizó en su momento, especialmente en 1999 con el completamiento del edificio. Se iba a instalar un sistema de extinción en base a rociadores de agua, pero se llegó a la conclusión de que también sería perjudicial, ya que el agua se depositaría en las bóvedas, se inundarían, y eso sería peor. Hay un proyecto superador propuesto por un ingeniero italiano, que consiste en la instalación, en dos etapas, de un sistema de micropartículas. La primera parte sería para la detección, con un sistema de aspiración que detecta el humo, y la segunda para la extinción, a través de agua nebulizada, que quitaría el oxígeno y enfriaría toda la zona. Pero nunca pudo hacerse, aunque el proyecto existe”, aseguraron a 'El Día'. 

Otro punto conflictivo es el posible desprendimiento de ornamentos, en especial los pináculos, elementos de gran altura y peso, algunos de 5 metros de alto y 500 kilos de peso, que si bien no son inflamables, podrían caer sobre los techos provocando un daño mayúsculo. En total son más de 900 y algunos están ubicados a más de 40 metros de altura.

En lo que hace a la superficie a proteger, los especialistas aseguran que es mucha y de difícil resolución.

“Es algo complejo, imagine que estamos hablando, si tomamos la cruz de la nave central, de 90 metros de largo hacia un lado y de 50 hacia el otro. Son un total de unos 140 metros lineales los que debieran estar cubiertos por un sistema antiincendio”, afirman.

Por último, profesionales allegados al templo le dijeron a El Día que muchas veces encontraron 'drones prendidos fuego sobre el techo metálico' que son de personas "que querían fotografiar el templo desde las alturas, pero por impericia en el manejo o fallas del equipo, los drones cayeron y sus motores se quemaron sobre los techos. De haber sido íntegramente de madera como el de Notre Dame, también en La Plata hubiésemos hablado de una tragedia".