La Federación de Fútbol Australiano autorizó a Hannah Mouncey, una mujer transexual, a participar en el campeonato nacional femenino de segunda división. La deportista en el pasado jugó al handball y hasta fue parte de la selección masculina de su país.

"Estoy feliz con la decisión y espero jugar esta temporada", dijo Hannah en su cuenta en Twitter pero se negó a agradecer a la federación. "Creo que sería totalmente inadecuado agradecer por autorizarme a hacer algo que cualquier australiana puede hacer", sostuvo.

Es que en octubre del año pasado, la Liga de Fútbol australiana Mujer le prohibió participar en el  Proyecto, el proceso de selección de jugadores, diciendo en un comunicado que se habían tenido en cuenta los datos disponibles en la "fuerza, resistencia y vigor físico" de Hannah, además de la "naturaleza específica de la competición". 

Mouncey es de 1.90 metros y pesa más de 100 kilos y es también atleta de balonmano y llegó a defender la selección australiana masculina de la modalidad, aún bajo su nombre de bautismo, Callum. Ella inició la transición a finales de 2015 y ya participó en torneos menores entre mujeres.

Desde principios de 2016, el Comité Olímpico Internacional permite a los atletas transexuales compitan sin necesidad de cirugía de reasignación sexual.