La doctora, Anne DeLessio-Parson, llegó a nuestro país hace unos años para analizar el impacto del asado en nuestra identidad nacional. En su trabajo estableció dos puntos de comparación: por un lado,  nuestro país y por otro lado, la India cuya población- en su mayoría- es vegetariana o vegana (aunque un dato no menor respecto a esa situación es la cuestión religiosa que determina no solo qué comer sino también cómo vivir). 

Pero lo llamativo de la investigación de esta profesora de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos, es su conclusión sobre que comer carne "perpetúa la masculinidad hegemónica" y la "hegemonía de género". 

Entrevistada por Toni Airaksinen para Campus Reform, DeLessio-Parson explicó que la "hegemonía masculina establece el imperativo de comer carne". En su estudio en nuestro país entrevistó a 23 vegetarianos que hablaron sobre cómo tienen que convivir con la idea del asado como parte de nuestra identidad nacional.   Hombres vegetarianos a los que la Doctora consideró "más respetuosos e igualitarios". 

"La decisión de ser vegetariano no desestabiliza por sí misma la cuestión de género, pero las interacciones sociales que se derivan de esa decisión entre vegetarianos y comedores de carne demanda una proclama de género o resistencia", asegura DeLessio. 

Y agrega: "Negarse a comer carne representa oportunidades, en cada interacción social, para que el binarismo sea puesto en cuestión". Y pone por ejemplo el hecho de que mujeres que decidan no salir con omnívoros, u hombres que elijan no estar al lado de una parrilla sirve para "repensar" cuestiones de género y desestabilizar normas. 

La investigadora pasó cinco años en nuestro país y destacó que ser vegetariana no solo es una opción de vida sino que también es  un acto feminista. 

Foto: El Día
Foto: El Día

"Las mujeres tienen como una de las formas de empujar contra el patriarcado decir  'Este es mi cuerpo. No tenés que decirme qué entra y sale del mismo’”, señaló en diálogo con Campus Reform,

Finalmente, DeLessio-Parson destacó que el vegetarianismo no solo puede contribuir a "desestabilizar cuestiones de género sino también jerarquías" y así generar un cambio social. 

“Lo que consumimos tiene un impacto en el medio ambiente y una manera de reflejar las estructuras de poder, entre ellas el hétero patriarcado, que en las sociedades en las que se registra redunda en un dominio del hombre sobre la mujer y la prevalencia del binomio de género masculino femenino en las relaciones”, dijo DeLessio-Parson en diálogo con EL DIA desde Pensilvania.