El panorama es preocupante. Las intensas lluvias desbordaron la cuenca del Río Salado, desde la desembocadura en la bahía de Samborombón hasta el sur de Córdoba. Ya se perdieron 14 millones de cabezas de ganado y la situación no pinta a mejorar.

Según comentó el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Matías de Velazco, a Infobae: "Por la inundación está afectada el 60% de la ganadería". Y eso solo en los campos bonaerenses.

En total, hay casi 22 millones de hectáreas anegadas que podrían representar una pérdida de aproximadamente el 26% de la ganadería total. En la Pampa, por ejemplo, afecta a un 34% del rodeo vacuno.

La provincia de Buenos Aires ya decretó el estado de emergencia, pero en los productores la preocupación no cesa. En cuanto a la agricultura, los cultivos de soja y maíz, el trigo y la cebada son los más afectados y la pérdida será realmente "notoria" tal como marcan algunos especialistas.

De continuar con las precipitaciones la situación empeorará, y así se suman otros sectores como el de la lechería en Buenos Aires, que vio afectado el 60% de sus tambos.