Sofía del Valle trabaja en FM La Tribu y sufrió un ataque brutal solamente por ser lesbiana. Según relatan en la página de la radio es la tercera vez que es violentada en pleno barrio de Almagro y la justicia no avanza, por lo que temen por futuras represalias. 

"'No queremos raritos en el barrio, sabemos que fuiste con la yuta, lesbiana de mierda' fue lo que le dijeron mientras la llevaban contra su voluntad hacia la avenida Estado de Israel para pegarle. Es la tercera vez que nuestra compañera Sofía Del Valle sufre la violencia machista y el lesbo-odio sobre su cuerpo. Por tercera vez pasa a pocas cuadras de nuestra casa, FM La Tribu, en el barrio de Almagro", comienza el relato de lo que le sucedió a la joven el 22 de marzo mientras salía de la boca del subte B en Ángel Gallardo. 

"Fue ahí fue donde la interceptaron por tercera vez. La llevaron caminando por Corrientes, agarrada del cuello, hasta la vuelta de Estado de Israel, unos 10 metros. Una vez más, los mismos varones violentos, descargaron su furia contra nuestra compañera sólo por el hecho de ser lesbiana y no cumplir con los parámetros heternormativos que se imponen en nuestra sociedad", continúa el texto donde describen lo que sufrió Sofía. 

"Golpeada y lastimada Sofía da con un patrullero que la lleva a la Comisaria 27 de la Ciudad de Buenos Aires. Allí la hacen esperar tanto que se va sin hacer la denuncia" y agregan que al otro día acudió al Hospital Durand para dejar asentado las lesiones que sufrió y que el 27 del mismo mes se dirigió a la UFEM (Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las mujeres y personas lesbianas, gays, bisexuale,s travestis, transgénero, transexuales e intersexuales del Ministerio Público Fiscal) y "por tercera vez realiza la denuncia correspondiente". 

Se trata del tercer ataque en 6 meses del mismo grupo de violentos. Sofía ya había sido agredida el 7 de septiembre y el 4 de octubre de 2017.

"La primera vez la denuncia la realiza junto a su compañera en la UFEM, donde quedan asentados los hechos y lesiones luego de ser revisada por personal del cuerpo médico. Este primer hecho sucedió en Pasaje Anibal Troilo entre Sarmiento y Corrientes", cuentan en el comunicado que sacaron desde FM La Tribu. 

"El segundo ataque ocurrió en Ángel Gallardo y Río de Janeiro, sin haber pasado un mes, el 4 de octubre. Esta vez la denuncia fue asentada en la Comisaría 11, donde no fue atendida por ningún médico a pesar de que Sofia habia llegado a la comisaría con lesiones graves. A pesar de toda las evidencias que conectaban el primer episodio con este segundo ataque, la policia decide caratularla como robo a pesar del reciente antecedente", agregan. 

Además, denuncian que hasta el día de hoy las denuncias aún no se encuentran unificadas bajo el mismo expediente y que el Gobierno de la Ciudad "no entregó las cámaras que se encuentran en las zonas donde fueron los ataques, más allá de los reiterados pedidos". 

Explican que "acceder a las imágenes grabadas posibilitarían identificar a los agresores" y le exigen al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que las aporte a las causas para que los ataques no vuelvan a suceder y poder dar con los culpables del ataque a Sofía.  

"Desde La Tribu, consideramos inadmisible que no haya avanzado la investigación en estos meses. Los agresores siguen en el barrio desde el primer día en que nuestra compañera fue agredida. No solo Sofia corre riesgo de ser atacada otra vez sino todas las compañeras que participamos en La Tribu. No nos parece menor que durante el último ataque hayan expresado su conocimiento acerca de las denuncias realizadas. Desde La Tribu, con Sofia, decidimos avanzar institucionalmente pero los tiempos que tiene la justicia patriarcal y la policía hicieron que una vez más la hayan agredido físicamente", reafirmando su compromiso con su compañera y no claudicar en el pedido de justicia. 

Por último piden a los vecinos del barrio de Almagro a que estén atentos a cualquier ataque de ese estilo "caracterizado como lesbo-odio", y que por la culpa de la lentitud de la justicia entienden que los vecinos son los únicos que pueden garantizar la seguridad "para que ninguna compañera sea agredida por el motivo que fuese".