A Ana Rosa Barrera la buscaban desde el lunes, luego de que su pareja denunciara su desaparición: "Nos acostamos; ella estaba un poco disgustada conmigo como otras tantas veces. Cuando me despierto a las 6, ya no estaba. Ella siempre se levantaba temprano para darles de comer a los perros y después se iba. Intenté llamarla, le he dejado mensajes, tanto yo como los amigos, y no responde a nadie, ni a los hijos", declaró ante la Policía. Pero este viernes cambió su relato.

Marcelo Ferraretto confesó el femicidio e indicó donde estaba escondido el cuerpo: reveló que la asesinó a mazazos ese mismo domingo y luego la enterró. La justicia lo imputó por el delito de "homicidio por violencia de género" que prevé una pena de reclusión perpetua.

Ana tenía cuatro hijos adultos junto a Ferraretto y llevaban 10 años juntos. Ella trabajaba en la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf). Este viernes Ferraretto se quebró y contó la verdad.