Como si el periodismo fuera un ejercicio de independencia absoluta donde cada uno dice lo que le parece, donde no hay intereses empresariales políticos o personales, Viviana Canosa habló como si hubiese salido recién de un repollo.

Así construyó su personaje de voz censurada, culpando al canal América y agradeciendo a LN+ por la oportunidad que le dan de seguir disparando su odio en cápsulas diarias.