Graciela Ocaña denunció irregularidades en el plan "Qunita". Como se trata de fondos públicos y un proyecto destinado a las madres, es obvio que una denuncia tendría repercusión en los medios hegemónicos, así que aprovechó para ejercitar una de sus costumbres.

La repercusión que generó fue expresada por parte de los mismos medios de siempre, esos que también están acostumbrados a denunciar sin pruebas y hacer operaciones.

 

No hay que tener mucha memoria para recordar otras ocasiones similares, por no decir idénticas, donde la legisladora porteña hace una denuncia del estilo, sin pruebas, y tiene repercusión en los medios de derecha, quienes luego no muestran interés en el devenir de los hechos que denuncia la legisladora.

Son muchos los ejemplos, pero a continuación enumeramos diez hechos puntuales que desenmascaran este accionar por parte de Ocaña y los medios hegemónicos.

1.- A raíz de una nota periodística del diario Clarín, Ocaña afirmó la apertura de un sumario administrativo para investigar posible pago de sobreprecios en el Plan Nacer, y una causa abierta en la Justicia federal. Ninguna de las dos investigaciones consiguió probar nada, era ella misma la que lo hacía y en más de un año no encontró nada.

2.- En septiembre de 2008, siendo todavía Ministra de Salud de la Nación, Ocaña denunció a la droguería Seacamp con el mismo modus operandi que utilizó siempre: a partir de una nota periodística de Clarín. La acusación contra la empresa era por un supuesto fraude en la venta de medicamentos a las obra social de los trabajadores del Agua y Energía Eléctrica de Mendoza. Hasta ahí lo mismo de siempre, salvo por el hecho de que uno de los denunciados era el titular de Seacamp, Sebastián Sforza, una de las víctimas de lo que se conoció como "el triple crimen de General Rodríguez" y la investigación quedó en la nada.

3.- En 2011, dijo que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner la había insinuado, cuando todavía era ministra de Salud, que "no investigara" al sindicalista Juan José Zanola en la causa denominada como "mafia de los medicamentos". El rechazo de todo el arco político a aquellas declaraciones fue tan contundente, que hasta sus ex compañeros de la Coalición Cívica la tildaron de "oportunista".

4.- En marzo de 2012 esta empresa reconoció ante la SEC (el equivalente estadounidense a nuestra Comisión Nacional de Valores) que había pagado coimas en algunos países para ingresar las prótesis que fabricaban. Como uno de esos países era la Argentina, Ocaña tomó el documento presentado por Biomet en Estados Unidos y lo presentó como una denuncia propia ante el juez federal Marcelo  Martínez Di Giorgi. Nunca más se supo nada sobre esta denuncia insólita.

5.- Responsabilizó a Hugo Moyano de un montón de cosas como medicamentos truchos, robos de computadoras en su oficina y varias cosas a través de denuncias que nunca llegaron a nada. Lo peor de esto es que en 2013 terminó en el mismo espacio político que el camionero, incluso compartiendo actos junto con De Narváez.

6.- En 2013, cuando la entonces diputada nacional Ocaña se dio cuenta de que los sueldos de los directivos de la obra social de los jubilados eran demasiado altos, y propuso ponerles un tope. La iniciativa causó indignación de los gremios que nuclean a los trabajadores del organismo (UPCN, ATE y Utera), dado que cuando ella estuvo al frente del PAMI, no sólo no se puso ningún tope a su salario, sino que ni siquiera cumplía con los requisitos del decreto que regula el sistema de empleo público nacional para desempeñarse en el cargo.

7.- En octubre de 2014 le adjudicó a Mariano Recalde la propiedad de un departamento que el presidente de Aerolíneas Argentinas no solo no poseía sino que ni siquiera conocía. A los dos días de la denuncia, el propio Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desmintió a Ocaña respecto de la propiedad del inmueble, y la diputada debió reconocer que no había chequeado la documentación que presentó en los medios.

8.- Una de las pocas iniciativas legislativas que se le conocen a Ocaña desde que es diputada en la Ciudad de Buenos Aires, el 27 de enero de este año, nueve días después de la muerte del ex fiscal Alberto Nisman, Ocaña le pidió a Mauricio Macri que declare dos días de duelo por el fallecimiento del ex titular de la UFI AMIA. No hubo respuesta por parte del líder del PRO.

9.- En marzo de 2015, Ocaña protagonizó uno de los episodios más insólitos de su dilatada trayectoria como visitadora de los tribunales federales: se presentó ante el juez Sergio Torres con una carpeta que contenía 200 recortes periodísticos con fotos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Lo que motivó la supuesta denuncia fue la solicitud de averiguación de la procedencia de las joyas y los accesorios que llevaba puestos la jefa de Estado en distintos actos públicos y reuniones protocolares. Nunca más se supo nada.

10.- Aprovechando el escándalo mundial que se originó por la denuncia del Departamento de Justicia de los Estados Unidos para que se investiguen hechos de corrupción en la FIFA, y que involucra, entre otras, a una empresa socia del Grupo Clarín, la legisladora volvió a la carga con su célebre denuncia “contra el Fútbol para Todos”. Hábil para el discurso mediático, Ocaña nunca aclara en los medios que su denuncia judicial no involucra al gobierno, sino a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), por el modo en el que se distribuyen los ingresos de televisación de los partidos entre los clubes. Basta con ingresar a su página web para leer los escritos que ha presentado ante la jueza María Servini de Cubría para comprobar que no hay ningún funconario apuntado por sus acusaciones, aunque cuando después habla con los periodistas siembra un manto de sospecha sobre el accionar del gobierno respecto de este asunto.

En definitiva, un accionar que se repite una y otra vez y que, pese a las desmentidas de los protagonistas y los pocos fundamentos en las denuncias, sigue teniendo espacio en los medios hegemónicos.