La última encuesta CELAG reveló que la disputa entre los tres principales candidatos continúa pareja a pesar de ciertas consolidaciones desde las PASO .

Javier Milei continúa al frente y tiene una intención de voto de 33,2%; es seguido por Sergio Massa con 32,2%, mientras Bullrich aparece con 28,1%.

Según Alfredo Serrano Mancilla esto implica la confirmación de que “Se consolida la fragmentación. Donde antes había dos fuerzas políticas, ahora hay tres. Y con marcadas diferencias entre ellas. Porque no es verdad que se deba ‘sumar’ lo que tiene Milei con lo de Bullrich como si fueran lo mismo. Porque no lo son. Por ejemplo: no piensan los mismo en el tema de dolarización (solo el 10% de los votantes de Bullrich apoyan esta idea). Ni tampoco concuerdan con la idea de casta (dos tercios de los votantes de Bullrich no lo creen). Y así en muchos otros aspectos ideológicos”.

Por otro lado, Milei se afianza pero no crece. Según el analista español: “O crece poco. Dicho de otro modo: se ‘quedó’ con un pequeño porcentaje de Juntos por el Cambio (JxC) gracias al envión inicial, tras las PASO, y por ahora no ha logrado incrementar su caudal de voto. Más bien, parece haber llegado a su techo político. Hasta el momento, la sociedad argentina no le permite más cabida. Sus ideas, su impronta mesiánica y su conexión con la bronca ciudadana le han permitido sintonizar con un tercio del país. Es un alto porcentaje, que no hay que subestimar pero tampoco sobreestimar. Aún resta otros dos tercios que no comulgan con su proyecto; ni con sus ideas ni con sus rasgos como líder. Literalmente, esa mayoría lo considera violento, chanta, machista e inestable. Por tanto, sus posibilidades reales para crecer electoralmente de cara a la primera vuelta pasan por el ‘voto útil’ a su favor, es decir, podría sumar votos siempre y cuando se cuele un espíritu de segunda vuelta cuanto antes, y entonces, un sector de los votantes de JxC, pesimistas por los resultados actuales, le voten únicamente con el objetivo de impedir que Massa ingrese a la segunda vuelta”.

En el oficialismo, el estudio de la CELAG permite observar que Unión por la Patria conserva un piso sólido: “La candidatura de Massa ha logrado aglutinar los votos de Grabois. No pierde nada por ese flanco. Y, además, recupera una pequeña ‘porción’ de los que se quedaron en casa (unos 4 puntos), aunque aún le queda mucho más. Y es ahí donde está su verdadero desafío. Estos son sus potenciales votantes y no otros. Porque a pesar de lo que se repite insistentemente, con datos CELAG en mano, no hay apenas posibilidad de ‘pescar’ en los votantes de Larreta; éstos se decantan electoralmente por seguir con Bullrich (casi el 90%). Tampoco son afines en lo ideológico. Así que las posibilidades de estar en segunda vuelta pasan por lo que se haga en estos meses en lo económico. La inflación no la podrá controlar pero sí las políticas sociales, laborales y tributarias, que mitiguen el malestar y ayuden en la cotidianeidad. Si Massa se apropia de la ‘agenda’, se asegurará estar en segunda vuelta. Y ese ya será otro partido”.

En el tercer sector del electorado, Bullrich se descuelga de a poquito, aunque todavía tiene alguna mínima posibilidad de ingresar en la segunda vuelta: “JxC se queda con su propio núcleo duro, pero demuestra una gran incapacidad hasta el momento para sumar más votantes: no logra convencer a los descontentos con la gestión de este Gobierno (esos fueron a parar a Milei), ni tampoco a los más jóvenes (también se los queda Milei). Su techo es el más rígido de todos. Y además tiene otro problema añadido: hay un alto grado de desesperanzados entre sus votantes (7 de cada 10 no creen que llegue a ser presidenta)”.

En vez de hablar de tres tercios, podríamos hablar de ‘cuatro cuartos’. No deberíamos olvidar los que se quedarán en casa y no votarán. En las PASO 2023, se registró la participación más baja desde que hay primarias presidenciales (70%); en las últimas legislativas intermedias 2021, la participación estuvo por debajo del promedio histórico. Es muy probable que en esta primera vuelta, también se bata el récord a la baja. Y en consecuencia habría que considerar que hay una cuarta pata de la sociedad que a pesar de haber voto obligatorio prefiere no ir votar. No encuentran a nadie que le convenza. Y no sabemos hasta el momento si este incremento de la abstención será crónico, como pasó en otros países, o será un fenómeno pasajero ante tanta confusión.

Por su parte, en la Provincia, Kicillof ganaría con cierta comodidad, su intención de voto es 39,2%, y la de sus perseguidores, Grindetti y Píparo, 33,1% y 24%, respectivamente. El Gobernador afianza su liderazgo con gestión y claridad ideológica, y además, ha sabido mezclar virtuosamente su identidad política kirchnerista con un alto grado de autonomía generacional. Sin haber roto con el pasado, está decidido a construir presente y futuro. Esta es su fortaleza política, su surco profundo, que constituye una base consistente para la victoria electoral a nivel provincial, y tal vez, también sirva de acá a cuatro años a nivel presidencial.

Fuente: Página 12