La pelea fue digna de dos pesos pesados del destrato televisivo. Se tiraron con munición pesada sin guardarse nada y la tensión se palpaba.

El choque dialéctico dejó heridas y algunas no cicatrizan. Por eso Eduardo Feinmann le dedicó un párrafo a su oponente con data recién adquirida para pegarle abajo del cinturón.

Y ésto recién empieza...