Le dicen la 'gran Triaca'. Es que el hecho recuerda a lo que ya había hecho el exministro de Trabajo de Mauricio Macri, que pagaba el sueldo de la empleada de su quinta con un contrato de la intervención de un sindicato que llevaba a cabo. Ahora se supo que, Lorena Petrovich, de la misma fuerza política hacía lo mismo con los contratos del Senado de la provincia de Buenos Aires.

Como se sabe, los legisladores tienen como parte del ejercicio de su banca, la posibilidad de contratar asesores para llevar adelante tareas afines a la presentación de leyes. Pero desde luego, de ninguna manera pueden utilizar esos contratos para pagar sueldos de los empleados que realizan tareas en su domicilio particular. 

Es un uso de los recursos del Estado que da cuenta del doble discurso del gobierno anterior. Por un lado despedían trabajadores públicos que tenían años prestando servicios en el Estado y por el otro hacen desmanejo de los fondos que se pagan con los impuestos. 

La denunciante es la trabajadora Gisela Montini, una mujer de 40 años quien contó que Petrovich la tuvo casi cuatro años como empleada doméstica y cuidadora de un niño y un adulto mayor, y que la legisladora le pagaba el sueldo "como dependiente del Senado de la provincia de Buenos Aires" cuando ella "nunca realizó tareas en dicho lugar".

"Nunca fui a la Cámara de Senadores y mi tarea comenzó cuidando a su hijo", relató la mujer, y además agregó que esa situación irregular "está documentada porque ella (por Petrovich, que fue electa por la Tercera Sección Electoral) vive en un barrio cerrado, así que hay registros de mis entradas y salidas a diario".

La denuncia se inició luego de que la legisladora la despidiera a finales de abril, para lo cual le informó que "había dado de baja el contrato en el Senado", según declaró su exempleada doméstica, quien a principios de año le había presentado un certificado médico debido a algunos problemas de salud -una hernia de disco- por los que "no podía hacer esfuerzos".

Luciano Sivori, abogado de la mujer, detalló a Télam que el 5 de mayo la trabajadora doméstica le envió a la senadora provincial una carta documento por la cual la intimó a "que aclare la situación laboral" de su clienta, dado que para Montini se trataba de un despido injustificado.

Según el letrado, con el despido de Montini se vulneró la Ley de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares, que establece el pago de una indemnización, y asimismo denunció que la senadora de Juntos por el Cambio "la dejó sin obra social y sin ART, porque la ART no le reconoce su trabajo en la casa, ya que supuestamente cumplía funciones en el Senado según el recibo de sueldo".

En la carta documento, Montini denunció que "para evitar el pago de mi remuneración en forma personal, optó por registrarme como dependiente del Senado de la provincia de Buenos Aires asignándome como única tarea la realización de limpieza de su hogar particular, el cuidado de su hijo y cuidado de su mamá, infringiendo sus deberes de funcionaria pública, en perjuicio del erario fiscal".

Petrovich justificó, en diálogo con el El Destape, que su exempleada "trabajaba en la oficina que tengo y muchas veces no lo hacemos desde el despacho, ya que tengo una oficina en mi casa, entonces Gisela iba allá".

"Ha trabajado con nosotros, fue empleada de la Cámara de Senadores, arrancó a finales de 2017 inicios de 2018. Ha hecho, como todos los empleados en relación de dependencia que trabajan con nosotros, un trabajo de ‘cadetería’, como atención de un teléfono y traslado de papeles”, dijo la senadora.

Por el contrario, el abogado de Montini, también en declaraciones al mismo sitio, reafirmó que "la senadora está incumpliendo deberes de funcionaria pública y no corresponde, además maltrató a mi clienta con todo lo ocurrido”.