El exceso policial viene en aumento. En estos días ya hemos visto represión, balas de goma, requisas generalizadas, imágenes que no formaban parte de la realidad cotidiana.

Quizás serán los nuevos aires del gobierno, o el fallo del Supremo Tribunal de Justicia de la Ciudad que permite solicitar documento a un transeúnte, o porque dentro de la misma fuerza había rabia guardada, pero lo cierto es que los casos de abuso policial aparecen más seguido.

Iván Hojman en diálogo con Infonews contó que el miércoles a la mañana se encontraba en la estación Liniers del tren Sarmiento, y fue interceptado por dos agentes de la Policía Federal que le pidieron el documento. Iván denuncia que lo corrieron a un costado del andén, y sin testigos a la vista, le pidieron que abriera su mochila para ver sus pertenencias, mientras uno de los dos efectivos lo palpaba.

“En un principio me negué a mostrarles mis pertenencias, les dije que no correspondía. Ante la insistencia de los oficiales, tuve que abrir mi mochila y mostrarles todo: cada recoveco de la billetera, el estuche de los anteojos de sol, un libro, todo”, contó Hojman, periodista y estudiante de Comunicación Social en la Universidad Nacional de La Matanza, en diálogo con Infonews. El joven de 23 años relató además que los policías le preguntaban insistentemente si fuma marihuana y, dando la respuesta por sentada, querían saber cuándo había sido la última vez.

“Me quedó una sensación de vulnerabilidad”, señaló Hojman. “En ese momento no pude hacer nada, sentí que ellos tenían toda la autoridad en ese ámbito…Me sentí ultrajado. Es la primera vez que me pasa en mi vida. Y salgo desde los 14 años”.