Falta menos de un mes para la elecciones presidenciales y por el momento las intenciones de voto parecen estables. Por este motivo Scioli-Zannini le sacarían más de doce puntos al binomio Mauricio Macri-Gabriela Michetti, quedando en el tercer puesto Sergio Massa-Gustavo Sáenz, a unos ocho puntos del segundo.

Proyectados los indecisos y los que dicen que no van a votar o votarán en blanco –el cuatro por ciento–, Scioli conseguiría el 41,6 por ciento; Macri el 29,3, Massa el 20,8 y más atrás quedarían Margarita Stolbizer con el 3,9; Adolfo Rodríguez Saá con el 2,2 y Nicolás Del Caño con el 1,9.

La titular de la encuestadora Analogía, Analía del Franco, detalló que según el último trabajo realizado por esa empresa respecto de la elección presidencial, realizada a fines de septiembre, la formula del Frente para la Victoria se llevaría un triunfo sin necesidad de balotaje.

"Scioli tiene un 39,9% proyectado a un 41, Macri está proyectado en 29% y Massa casi 21. Es una situación en la que no habría balotaje pero estamos dentro del margen de error", señaló en declaraciones a la prensa.

Este domingo, el opositor diario Clarín reconoció un descenso de la Alianza "Cambiemos".

En una encuesta de la consultora Management & Fit especial para ese matutino, "Daniel Scioli, el candidato del Frente Para la Victoria, recibiría si se votara hoy la misma proporción de sufragios que consiguió en las PASO".

Y agrega, "sus dos perseguidores más inmediatos, Mauricio Macri y Sergio Massa, están frente a situaciones opuestas: Macri tiene una intención de voto de 27,9% -lo cual refleja una pérdida respecto de los 30,12% que consiguieron en conjunto los tres candidatos de la alianza Cambiemos en las PASO- y Massa muestra un 21,5%, un número que confirma un crecimiento sobre los 20,5% que había obtenido en total la coalición UNA".

- Consultora, Analogías:

Con estos datos no habría segunda vuelta, pero las encuestas tienen un margen de error –en este caso del 2,5 por ciento– lo que no permite asegurar que la ventaja será de 12 puntos. También pesa en el diagnóstico el hecho de que faltan tres semanas para la elección, tiempo en el que se pueden producir cambios.