Desde el Frente para la Victoria, el dirigente de La Cámpora José Ottavis criticó el texto del Episcopado: “Creemos, y estamos contentos, que es una Argentina que no está enferma. Seguramente es una Argentina que puede estar mucho mejor o que le pueden faltar algunas cosas para que tenga una salud completa, como le puede pasar a cualquier país que está avanzando. Pero creemos que una Argentina enferma de violencia sí vivimos en el ’55, y la Plaza de Mayo fue un testigo fundamental; sí la vivimos en el ’76, y nuestro pueblo lamentablemente fue testigo fundamental, sí vivimos en el ’89 y también lo vivimos en el 2001, en la Plaza de Mayo”, recordó Ottavis.

El documento de la Iglesia Católica, que aseguró que “la Argentina está enferma de violencia”, generó repercusión entre la dirigencia política. Los representantes del oficialismo rechazaron en general el pronunciamiento de los obispos, aunque algunos destacaban algunos de sus puntos como el que refiere a la violencia que desatan las mentiras en los medios. Los opositores, por su lado, mayoritariamente se sumaron a sus expresiones.

Por su parte, Eduardo “Wado” de Pedro dijo que “no se puede decir que la Argentina está enferma de violencia, como si esto fuera el ’55 o el 2001, cuando estábamos todos en la calle”.

El diputado apuntó que “la asignación universal, como otras medidas, son para que nuestro pueblo sea más digno. Hay cuestiones que faltan, pero la violencia tiene que ver con un montón de cosas, como ocurre en Estados Unidos”.

Además, la embajadora argentina en México, Patricia Vaca Narvaja, dijo no recordar “un pronunciamiento del Episcopado en la época de la dictadura ni en la época del auge neoliberal, ni en la crisis del 2001”.

Desde la oposición, el radical Mario Negri aseguró que le pone “la firma al lado, comparto totalmente lo que dice la Iglesia”, y opinó que “a veces, el valor agregado de su voz (por el de la Iglesia) puede tener un impacto que despierta las conciencias para luchar contra la corrupción, la violencia”.

El ex camarada de Elisa Carrió, devenido massista, Adrián Pérez se alineó con los obispos. En esta misma sintonía se expresó desde el PRO, Laura Alonso. El socialista Roy Cortina coincidió con el documento y remarcó que “la inseguridad está determinada por la grieta de la desigualdad, la corrupción y la impunidad”. Según declaró, “la situación está complicada, el documento de la Iglesia es correcto, hay una cultura de la violencia que se ha instalado muy fuerte y es producto de la exclusión”.