Mientras el campo cada vez paga menos retenciones, los empresarios que exportan cada vez ganan más por la devaluación del peso y los financistas hacen fiestas con las lebacs, a los trabajadores cada vez les va peor. Y no sólo porque se deteriora el poder adquisitivo sino por la presión tributaria del Estado.

Es que el Gobierno de corte neoliberal, si bien achica el gasto público y le saca impuestos a los sectores del poder, no tiene el mismo trato con los trabajadores.

En números duros, mientras que en 2015 pagaban Ganancias eran 1.189.342 trabajadores, en 2016 lo hicieron 1.643.686 y el año pasado 2.028.369. Son 839.027 trabajadores más de los que lo hacían con el Gobierno de Cristina.

Y la comparación no viene a cuenta, es que el propio Mauricio Macri, durante la campaña, había prometido que durante su gestión "ningún trabajador va a pagar Ganancias". Lejos de materializar su promesa, la situación objetiva empeoró.

No obstante lo cual, la situación en este 2018 ha empeorado para los trabajadores en materia de empleo, lo que ha reducido el número de aportantes, aunque se sigue lejos del dato del 2015. Según informó el jefe de Gabinete Marcos Peña, el número de aportantes se redujo durante el primer trimestre a 1.879.898 trabajadores. Es decir, 690.556 más que en diciembre de 2015.