Patricia Bullrich tira con todo lo que tiene a su alcance, sin medir las consecuencias. Y sabe donde ir a defenderse cuando las circunstancias -o el el Poder judicial- no la acompañan: en los medios hegemónicos, siempre dispuestos a escuchar sus declaraciones sin repreguntarle nada.

En diálogo con Luis Majul primero dijo que la causa era confidencial para luego decir que se le habían reclamado cien millones de pesos de resarcimiento, después dijo que se lo había pedido personalmente el Presidente para luego aclarar que estaba en el expediente, y finalmente acusó al Gobierno de expropiador para luego decir que lo decidirá la Justicia.

Un compendio de inexactitudes que obviamente, nadie se encargó de corregir.