En una columna que publica el sitio web de La Nación, Joaquín Morales Solá desliza una verdad irrefutable aunque en gran medida de Perogrullo: “el factor económico será una variable trascendente en las elecciones Primarias del próximo domingo”, dice.

En efecto, la inflación que se desató con la asunción de Mauricio Macri y que cobró impulso en las últimas semanas con la fuerte suba del dólar y el consecuente aumento de precios, serán determinantes para que el electorado decida. 

Allí está la clave para que los votantes, principalmente bonaerenses y particularmente del conurbano, se vuelquen a la fórmula macrista encabezada por Esteban Bullrich o a la principal opositora, que lleva como precandidata a senadora a Cristina Fernández de Kirchner.

Pero téngase en cuenta que al no poder hacer abstracción de la verdad dicha, Morales Solá busca culpar de la suba del dólar y de los precios a quien está en la oposición: “El dólar empezó a moverse a mediados de julio, cuando Cristina dio señales de que volvía a la política”, afirma.

El despropósito del periodista de La Nación y de TN va más allá al advertir que “la sociedad termina votando por lo que le pasó en la misma semana, sobre todo en estas elecciones que deciden simplemente cargos. Nunca se termina votando por razones profundas o a muy largo plazo”.

¿Conclusión? “Se darán mensajes al Gobierno –dice–, pero no es un voto tan sofisticado”, añade con relación al voto mayoritario que analistas y hasta el Gobierno esperan para Unidad Ciudadana.

Por un lado, la culpa del desastre económico es de Cristina y, por otro, aun cuando la voten mayoritariamente, será un sufragio vulgar, ignorante, poco o nada sofisticado… Una interesada forma de ver la realidad.