Con el oficialismo voto del oficialismo y el peronismo federal, la Cámara de Senadores convirtió en ley un proyecto que deroga artículos de la ley de Papel Prensa para desregular la venta y producción de papel, se elimina el precio único, la obligación de abastecer el mercado interno y de producir solamente papel para diarios.

Una de las voces más crítica contra la medida que favorece a Clarín y La Nación, las empresas que, de manera polémica adquirieron Papel Prensa durante la Dictadura, fue la de la senasdora de Unidad Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner.

La ex presidenta señaló que lo que hicieron los que votaron a favor fue "obedecer las órdenes que les marca el verdadero poder, un poder que no ocupa estas bancas, pero que se conecta con todas ellas, de diferentes maneras, hasta telefónicamente, pidiéndoles que acompañen la ley".

"Eso es el poder concreto, que le da este Gobierno un blindaje similar al que tuvo el terrorismo de Estado", aseguró además. 

La iniciativa fue aprobada por 45 votos a favor, 16 en contra y tres abstenciones.

Cambiemos y el peronismo federal apoyaron la iniciativa, en tanto que la rechazaron el bloque kirchnerista completo, los dos senadores del peronismo pampeano, el peronista salteño Juan Carlos Romero, los progresistas Fernando Solanas y Magdalena Odarda y la misionera del Frente Renovador, Magdalena Solari.

En cambio, se abstuvieron los representantes del justicialismo de Chubut, Alfredo Luenzo y Mario Pais, y de Catamarca, Inés Blas.

El proyecto deroga artículos de la ley que regula la fabricación, comercialización y distribución de pasta celulosa y papel de diarios, con el fin de eliminar la obligación de abastecer el mercado interno.

El dictamen también establece que no se podrá imponer un aumento del arancel por la importación del papel y se habilita a Papel Prensa a ofrecer descuentos cuando se compren determinados volúmenes.

El proyecto fue impulsado en Diputados por el justicialista Diego Bossio y defendido en el Senado por el jefe del interbloque Cambiemos, Luis Naidenoff, quien argumentó que "es una ley con sentido común" y consideró que la iniciativa anterior "era un disparate" que "prohibía producir otro tipo de papel que no fuera de diarios".