Uno no sabe si compadecerse del dolor que está padeciendo esta mujer que vive pidiendo plata prestada a sus familiares, comiendo las sobras de sus compañeros de trabajo, y comprando cada vez menos alimentos, o enojarse por que votó a los libertarios a pesar de todas las advertencias de lo que iba a ocurrir.

En Crónica les preguntaban a los transeúntes que pasaban por la estación de Constitución cómo hacían para resistir el impacto de la suba de los alimentos, y se toparon con una mujer que dejó un relato desgarrador sobre la realidad que está sufriendo.