No puede evitarlo. Nelson Castro hace lo posible para hablar de otras cosas pero la presencia de Cristina Fernández de Kirchner lo subyuga. 

Le gusta ponerle un pseudo toque académico como si analizara un tipo de comportamiento particular, pero su cara denota que lo cautiva el impacto que produce.

Y es esa mezcla de sensaciones la que se dibuja en esa media sonrisa que le aparece en la cara cuando repite como un mantra que ''Cristina es mala".