Como no podía ser de otra manera Mirtha Legrand, como parte del mundo del espectáculo, también quiso referirse al ataque contra la cultura de parte del gobierno de Javier Milei.

La diva se opuso al cierre del cine Gaumont que no sólo fue refaccionado hace poco sino que representa un ícono en la cultura del país. Mirtha se preguntó cuánto le podía costar al Estado mantener UNA sala de cine.

Un politólogo más conocido por sus polémicos tuits que por su análisis político quiso chicanearla y propuso que fuera ella quien comprara la sala.

Mirtha Legrand aseguró que no quiere estar en contra del gobierno porque "toma represalias y es muy desagradable"

El presidente tuitero no pudo más que repostear esa idea pero a Mirtha no le cayó para nada bien la chicana y reaccionó dejando en claro lo incómodo que resulta opinar públicamente siempre que no se esté de acuerdo en un 100% con las ideas de “la libertad”.