Uno estima que el mantenimiento de una cancha de fútbol o paddle no podría resultar prioritario en un país donde muchos argentinos están sin trabajo, sin techo y sin comida. 

Pero el Gobierno destina una cantidad exorbitante de plata en los lugares de recreación del presidente, que vale la pena recordar, se tomó varias y largas vacaciones desde su llegada. 

Si bien criticaba las instalaciones de Olivos luego de su asunción, el confort está a la orden del día y 'guay' que no se quede sin jugar al paddle. 

Por eso pagan entre 1 y 3 millones por año, que serán destinados al mantenimiento de esos espacios oficiales de esparcimiento. Pero claro, en las redes no llama mucho la atención de un Gobierno que vive en el sobreprecio. 

Sebastián Iñurrieta on Twitter