Para estos casos los candidatos se suelen rodear de extras, punteros de la zona o seguidores suyos que caminan a su lado para hacer sentir que la gente los apoya.

Pero la realidad se filtra en cada esquina, como le pasó a Martiniano Molina, cuando el cocinero caminó por las calles de Quilmes y los vecinos le salieron al paso.

Entre reclamos por obras incumplidas, denuncias de que los que lo acompañaban no era de la zona y críticas por su pésima gestión, a Molina solo le quedó poner su sempiterna sonrisa para tratar de salir del paso.