Susana Malcorra y Alan Duncan, ministro británico de Asuntos Exteriores, mantuvieron el martes último una reunión en el marco del Foro de Inversiones y Negocios, tras la cual emitieron una declaración conjunta que apunta al "fortalecimiento de la relación bilateral".

La canciller argentina coincidió con su par inglés en "adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas", incluyendo "comercio, pesca, navegación e hidrocarburos". En los hecho, la administración conjunta de las islas sin discutir soberanía.

Sin embargo, el tema de los hidrocarburos, es decir: la posibilidad de explotación petrolífera conjunta del archipiélago (incluido el suelo marino, claro), como sugiere el documento, ha disparado el alerta no solo en la oposición sino en el propio macrismo.

Federico Pinedo, presidente provisional del Senado, fue el primer macrista en llamar a la prudencia frente al júbilo demostrado por Malcorra tras la suscripción bilateral del citado acuerdo.

El senador pidió al Gobierno ser "cuidadoso" y "prudente" en la aplicación del acuerdo: "Hay que ser muy cuidadosos en la forma en cómo se va implementar esa frase genérica. Hay que ser prudentes, inteligentes y cuidadosos, y hay que tener consenso cuando se implementen distintos caminos", dijo..

En declaraciones por radio Continental, Pinedo intentó aclarar que la declaración conjunta "dice que vamos a trabajar para no disminuir el crecimiento económico de la región, pero cómo se hace es extremadamente difícil, tan difícil que no han llegado a un mecanismo de acuerdo y por eso han hecho un enunciado general".

Además dijo que "no está dicho" en el comunicado que la Argentina vaya a explorar conjuntamente con el Reino Unido la zona del Atlántico Sur, aunque –vale advertir– abre las puertas de par en par para que ellos ocurra.

"La Argentina debe tomar como interés nacional el cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas que dicen que existe un conflicto de soberanía y que las dos partes tienen que negociar", sostuvo Pinedo.

Lo planteado por Pinedo aparece como conflicto interno en el macrismo, ya que las negociaciones de Malcorra apuntan en sentido contrario: en todos sus contactos con los británicos, ha dejado de lado temas que 'interfieren' en los negocios comunes, especialmente a la soberanía sobre Malvinas.