La muerte de dos chicos durante el incendio de un taller textil clandestino en el barrio porteño de Flores, desató nuevamente la polémica alrededor de lo que hace –o mejor dicho: no hace– el gobierno porteño para controlar la existencia de esos lugares.

Lo increíble es que, simultáneamente a que organizaciones como La Alameda exhibía públicamente las denuncias presentadas ante dependencias porteñas por la existencia de esos lugares de superexplotación laboral, tanto Mauricio Macri como Horacio Rodríguez Larreta como María Eugenia Vidal negaban la existencia de tales denuncias.

Una forma de quitarse la responsabilidad de encima cuando, claro, todo apunta a hacer responsables a funcionarios de la Ciudad no solo por la existencia de esos talleres clandestinos sino, también, por las muertes de esos dos pibes en Flores.