Ante Nicole Neumann y Ludovica Squirru, José Luis Espert mostró su constado más ligado al pensamiento de la ultraderecha internacional -con Jair Bolsonaro y Donald Trump como principales impulsores- y desplegó toda la artillería para relativizar el impacto del desmonte en el cambio climático.

Así defendió su negativa a aprobar la Ley de Humedales, que tiene como propósito proteger los humedales nativos para mitigar las consecuencias de la desaparición de parte de su territorio, antes de que sea irrecuperable.