Como es habitual, Aníbal Fernández respondió preguntas de los medios de prensa previo a ingresar a su despacho en Casa Rosada, refiriéndose a las elecciones que se llevaron a cabo en Tucumán y a la marcha opositora que tuvo lugar en la capital provincial en la noche del lunes.

Como se sabe, alrededor de las 22.30, la plaza frente a la casa de gobierno de Tucumán fue el escenario de incidentes entre la policía y los manifestantes, quienes respondieron con piedras a los gases lacrimógenos y balas de goma de la policía provincial. Como saldo, hubo una 20 detenciones.

Tras expresar su condena a la represión que ejerció la policía tucumana tras algunos hechos vandálicos, porque "no me satisface" y "no es saludable", dijo Fernández, agregó que la situación de violencia fue planeada "afuera de nuestro país" por "una de las tantas agencias que suelen trabajar en las elecciones".

Se trata, sostuvo el funcionario, de "un sistema preparado afuera de nuestro país para deslegitimar las elecciones de los argentinos", un "modus operandi que van a querer instalar en la Argentina", dijo, anticipando que "lo van a querer hacer con el Chaco", cuyo acto electoral se llevará a cabo el 20 de septiembre.

Fernández habló de una "profecía autocumplida" porque la oposición estuvo "toda la semana batiendo el parche que iban a pasar cosas" y luego denuncia "fraude". "Es un programa orquestado fuera de nuestro país con alcahuetes pagos de nuestro país", dijo.

"Toda esta modalidad excede el manual de Jaime Durán Barba y tiene que ver con las acciones del Norte, que buscan deslegitimar las elecciones y tiene en sus voceros a personas como (a la diputada del Pro) Laura Alonso y Elisa Carrió", concluyó el jefe de ministros.