Aunque queda claro que el senador era merecedor del premio, Lanata prefirió quedarse en lo anecdótico de que Bullrich fuera descubierto en su maniobra de dejar una foto para escabullirse de un debate tan importante como lo era la Reforma Judicial, en lugar de hablar de la gravedad institucional de que un senador de la Nación tenga un comportamiento tan infantil.

En realidad deberían haberlo galardonado con el premio al irresponsable de la semana, pero con esta obviedad Lanata lo deja como si hubiera sido una simple travesura.