"No queremos ser lastre de nadie, si alguien siente eso puede bajarse del barco", las palabras de Alberto Fernández tenían un destinatario directo: su par de Uruguay Lacalle Pou, quien se había mostrado crítico del Mercosur pidiendo "flexibilizarlo".

La acogida de su solicitud no fue muy bien recibida por el mandatario argentino, quien le marcó la puerta de salida si no comparte los objetivos comunes del bloque.