Nicolás Wiñazki quiso darle una mano cuando Patricia Bullrich se mandó el primer pifie, al señalar que le daba bronca que “la gente no vote corrupción”, en otro error de campaña como cuando pidió “que explote todo”..

Una vez aclarado que se trataba de que no votara en contra de la corrupción quiso apalancarse en el famoso dicho que dice “el que se quema con leche, ve una vaca y llora”, pero le costó armarlo completo.

Y una vez que arrancó mal ya no pudo recuperarse y la frase quedó tan inconexa y sin sentido que los conductores de TN se miraron compadeciéndola.