Tras casi cuatro horas de debate, los legisladores avalaron el convenio firmado el 5 de enero por Macri y Rodríguez Larreta y convirtió en ley el traspaso de la fuerza federal a la órbita de la ciudad, “una medida histórica” tal como la definieron desde el oficialismo porteño.

Los 39 votos positivos que garantizaron la aprobación del convenio, partieron de las bancas del Pro y el interbloque ECO, mientras que los legisladores del Frente para la Victoria se abstuvieron de acompañar la iniciativa, y el bloque del Frente de Izquierda y los Trabajadores votó en contra, con duros cuestionamientos.

Según establece la norma, la Ciudad asume todas las funciones y facultades de seguridad en todas las materias no federales para ser ejercidas en el ámbito local, mientras que el gobierno nacional conservará las estructuras y el personal para ejercer funciones de seguridad federal, en el ámbito de la ciudad autónoma.

En rigor, la aprobación del traspaso, que será "gradual y progresivo, ordenada en dos etapas; de transición y consolidación" precisaron desde el oficialismo porteño, transfiere al gobierno porteño "la totalidad del personal, organismos, funciones, competencias, servicios y bienes de las Superintendencias de Seguridad Metropolitana (que abarca todas las comisarías), de Bomberos, de Policía Científica, de Investigaciones Federales, de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, y de Aviación".