"Roberto Álvarez es mecánico y se levantará este jueves a las 4 de la mañana en su casa de Remedios de Escalada. A las 5 partirá rumbo a Boedo, donde trabaja en negro y por menos de 400 pesos por día en un garaje", afirma la primera oración de la nota que publicó este miércoles La Nación. Y más abajo agrega: "Mis jefes dijeron que no estamos obligados a ir a trabajar pero yo amo mucho a mi país y creo que la mejor manera de salir adelante es mirando adelante". 

La impresentable nota de La Nación sobre la gente que "quiere ir a trabajar"

Con distintos ejemplos similares al anterior, la nota de Tomás Marcó del Pont, titulada "Paro nacional: qué estrategias usará la gente que quiere ir a trabajar", hace foco en personas que no participarán del paro y que asistirán a trabajar aun 'sin estar' obligados. El objetivo es desalentar la medida de fuerza que busca reclamarle al gobierno de Mauricio Macri por los despidos y los sueldos que no alcanzan para llegar a fin de mes, como el del propio Roberto, mencionado en la nota. 

La nota además sugiere alternativas para ir al trabajo durante la huelga, como caminar, ir en bicicleta o compartir autos. 

"A pesar de que muchas empresas decidieron que sus empleados trabajen desde sus casas, hay quienes proponen otras variantes para llegar al lugar de trabajo, como remises y pool de autos entre los trabajadores; también hay quienes se organizan para ir en bicicleta o caminando", indica. 

En otro fragmento, la docente de Necochea, Rosana Briane, una mujer que cuenta que suele ir a trabajar en auto o colectivo, pero por alguna razón el jueves irá caminando.

"El jueves voy a trabajar a tres escuelas. Me suelo mover en colectivo o en auto, depende las distancias. Por el paro, caminaré más de 30 cuadras para poder cumplir mis responsabilidades", le dice Rosana a La Nación,