Cuando los ojos de todos los programas periodísticos están volcados al juicio que enfrenta la vicepresidenta Cristina Kirchner por la causa Vialidad, Carlos Pagni sigue jugando otro partido.

Es el que abrió Elisa Carrió con sus declaraciones destempladas que inauguró una interna caliente en la oposición, dejando del lado expuesto a Cristian Ritondo, Emilio Monzó y Rogelio Frigerio.

Y es al primero al que atendió Pagni, dejando caer sobre él acusaciones muy graves de complicidad con un entramado judicial y de inteligencia que incluyen a Silvia Majdalani -de la AFI de Macri- y a María Eugenia Vidal, en cuyo gobierno se armó un ministerio de Seguridad que defendía a barras bravas y policías narcos.