Siempre fue igual, agresivo, violento y despreciativo. Pero ahora cruzó un límite al amenazar públicamente a una persona con ''hacerla boleta'', que en lunfardo significa, matarla.

La amenaza de muerte por parte de un legislador es algo muy grave que no puede tomarse livianamente y sería tapa de todos los diarios si lo hubiese hecho un miembro del oficialismo.

Pero con la tranquilidad de controlar los medios hegemónicos y la Justicia, el macrismo se pasea con aires de matón por el conurbano, con total impunidad.