En la conferencia de prensa que suele realizar en la Casa Rosada, el vocero presidencial Manuel Adorni -que adelantó que el gobierno violará el derecho a huelga descontando el día a los empleados estatales- tiró la última carta que maneja el Gobierno para lograr la aprobación de la Ley Ómnibus: si no se logra el peso caerá sobre las provincias.

“Más allá de que no vemos razones para que el proyecto de ley bases no se termine transformando en ley, en caso de que eso no ocurra, es seguir con el ajuste de las cuentas públicas, no va a haber otro camino. El ajuste de las cuentas públicas va a incluir el análisis de todas y cada una de las partidas que el Gobierno nacional transfiere a las provincias, en todos los conceptos que se pueda ocurrir”.

“La ley es hacer más vulnerable esta transición hacia una Argentina más normal, en crecimiento, que mejore salarios y que mejore el nivel de empleo. En caso de que eso no ocurra, el déficit cero no se negocia. Y dentro de esa no negociación, efectivamente vamos a revisar cada una de las partidas que el Gobierno nacional aporta a las provincias, sin tener ningún tipo de contemplación, a sabiendas de que si no votan la ley, claramente entienden que el ajuste va a ser mayor para todos, no solo para el Gobierno nacional, sino para cada una de las partidas que el Gobierno nacional transfiere a las provincias”.