El ministro de Economía, Axel Kicillof, junto al ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, anunciaron un programa de reasignación de subsidios para el gas y el agua.

De esta manera, Kicillof informó que se va a aplicar una reducción parcial de subsidios en aproximadamente un 20%, aunque aclaró que no tienen pensado cobrar una tarifa plena porque el Gobierno sigue comprometido con esta política.

"Aquel que consiga hacer una reducción de su consumo en un 20%, no tendrá quita", afirmó el ministro, como una política para incentivar esta idea de consumo responsable en los hogares argentinos.

También expresó que aquel que reduzca, en menor medida, pero logre reducir el consumo también se verá beneficiado en el marco de la quita del subsidio. Así como no recibirán la quita del subsidio aquellas regiones que, por su condición climática, consuman más.

"No queremos producir la quita total del subsidio pero sí queremos concientizar y alentar a usarlo responsablemente", expresó Kicilof desde el Palacio de Hacienda.

Asimismo, el funcionario comentó que "lo que se genere de esa facturación adicional, se va a destinar a cubrir los gastos de las distribuidoras, etc, pero además se va a destinar a la Asignación Universal por Hijo", una de las políticas clave del gobierno de Cristina.

Por su parte, Julio de Vido, detalló todas las políticas que se llevaron y se llevarán a cabo en materia de responsabilidad energética y anunció que la quita del subsidio será en tres tramos acumulativos: abril, junio y agosto.

El funcionario que lidera la cartera de Planificación Federal afirmó que estas reducciones no se darán en industrias. También afirmó el envío de recursos para el Plan Progresar.

El ministro de Economía había expresado anteriormente al anuncio el apoyo del Gobierno Nacional a que las políticas de subsidios, con responsabilidad en el consumidor, continúen ya que a través de estas medidas la economía argentina creció.

Según sus comentarios, este crecimiento se basó en dos cuestiones principales: darle una fuente adicional de recursos a las empresas para que sean competitivas, y un crecimiento económico disponible en los consumidores, lo que va de la mano con el "crecimiento económico con inclusión social" que lleva el Gobierno.