Lejos de las especulaciones de los medios hegemónicos y la derecha que aseguraban que Alberto Fernández estaba enojado con Máximo por sus palabras en el recinto en el debate por el Presupuesto, Máximo dejó bien claro con sus palabras que el conductor es el Presidente de la Nación y que las discusiones internas sirven para hacer un mejor gobierno.

Por su parte Alberto volvió a caerle a la oposición que se negó a darle previsibilidad al país con un presupuesto aprobado. Y puso énfasis en que la deuda por la que se intenta acordar es la que el macrismo contrajo sin consultarle al Congreso y ahora se dan el lujo de hacer exigencias.

En un día emotivo en el que obviamente se recordó a Néstor Kirchner, su hijo asumió la presidencia del partido a nivel provincial.