Javier Milei aseguró que la carga impositiva en la Provincia de Buenos Aires era “un robo descarado” y por lo tanto como ladrón que roba a ladrón tiene 100 años de perdón, el mandatario pretende que los ciudadanos de la Provincia se nieguen a pagar esos impuestos.

El problema es que esta posibilidad abre un abanico peligroso, el primero es que la gente se pregunte por qué no debería pagar los impuestos provinciales y si los nacionales, lo que podría generar un gran problema en la economía del país.

El llamado a una rebelión fiscal es un delito y ni siquiera Eduardo Feinmann y Jorge Lanata pudieron “defender” al Presidente de semejante declaración.