Omar Yasín no es el primer funcionario que es despedido porque al Presidente no le gusta cómo está llevando las cosas y es lógico que los ministros y secretarios puedan ser reemplazados si no cumplen con las directivas del mandatario. Pero Yasín no tuvo nada que ver con el decreto.

Más allá de lo vergonzoso y hasta peligroso que resulta que un Presidente no lea lo que firma, lo cierto es que Yasín se sumó a una larga lista de “eyectados” del gobierno en estos 3 primeros meses, sin comerla ni beberla.

Alejandro Bercovich contó los entretelones de cómo se llegó a este papelón, quién es Armando Guibert, el verdadero responsable que no sólo sigue en su cargo sino que le dieron más responsabilidades y hasta quién es el responsable político dentro del gabinete. Pero Yasín tuvo que pagar el pato por “errores” ajenos, o todo se trató de un plan maquiavélico que, si pasaba, pasaba.