Con la esperanza de que realmente sea un cierre de campaña y el candidato le de un poco de descanso al electorado harto de escucharlo, Javier Mieli hizo un cierre al estilo norteamericano.

Desde el discurso nada nuevo, más ajuste del que pide el Fondo, el fin de los derechos como la educación y la salud pública y el ataque directo a todo aquel que se atreva a pensar distinto.

Pero como cierre de un acto que no sorprendió a nadie el candidato cerró agradeciéndole a los seres que más quiere: sus perros.