Para aquel que conozca mínimamente el comportamiento de Juan Grabois en su participación política, la denuncia iniciada por La Nación y continuada a tambor batiente por los distintos medios del Grupo Clarín no podía ser otra cosa que inconducente.

Pero para el que tiene una posición contraria al peronismo y los movimientos nacionales y populares, o simplemente no está tan informado y sigue la realidad política a la distancia, el daño ya está hecho.

El objetivo es ligar a Grabois con la corrupción, lo que parece de patas cortas, como explicó el propio dirigente al detallar cómo está conformado el organismo, el modo de adjudicación y su falta de relación con el mismo.