Manuel Adorni volvió a exponer la debilidad del Gobierno, que cuando más intenta ocultar más expone. 

Tras la bravuconada del DNU ilegal, la Ley ómnibus con artículos que le ponen toga a los jueces y recortes de los derechos laborales, ahora el gobierno recula en pantuflas.

Consultado por Ignacio Ortelli, el vocero presidencial negó lo evidente: “Retirar el capítulo fiscal no fue una cuestión de negociación”, dijo.

Y aclaró: "No podíamos seguir perdiendo el tiempo en discusiones que retrasaban la promulgación de la Ley Ómnibus". De todos modos el vocero responsabilizó a la oposición de los futuros ajustes que harán por no tener aprobado el capítulo fiscal.