El gobierno argentino busca en los trágicos setenta el referente político, titula el diario El País en una de las dos notas en la que inexorablemente, concluye en destacar que en nuestro país se investigue a los represores y asesinos de los inolvidables 70'.

En los dos artículos se realizaron entrevistas al secretario general de la Presidencia, Eduardo 'Wado' de Pedro; al titular de la Secretaría de Derechos Humanos, Martín Fresneda; y al nieto recuperado y diputado kirchnerista Juan Cabandié, los tres hijos de desaparecidos.

De Pedro indicó que en los '90, cuando desde la agrupación H.I.J.O.S se iniciaron los primeros escraches contra los genocidas -ante la ausencia de políticas de Memoria, Verdad y Justicia- "la Argentina se estaba desintegrando económica, social y políticamente".

"Militábamos por valores tan fundamentales y tan importantes como la democracia, la participación, la inclusión, la justicia. Sabíamos que todo eso que nos estaba pasando tenía que cambiar. En esa primera época de militancia veíamos al Estado como el responsable de esos problemas y como la herramienta de los poderes concentrados para excluir a mayoría de la sociedad. Así que no había forma de que entre nuestros sueños figurara la posibilidad de formar parte de un gobierno", relató el funcionario.

Y completó: "Esa posibilidad fue surgiendo a medida que Néstor y Cristina nos demostraron que el Estado también servía para poner de pie a la sociedad, para defender a los sectores más débiles del pueblo".

En el mismo sentido, De Pedro puntualizó que "la Argentina que vivimos hoy ha comenzado a revertir las injusticias" lo que en un primer momento se vivió "con mucha expectativa y gran entusiasmo".

Para el secretario general de la Presidencia la transformación se produjo porque "el pueblo" lo eligió ya que "aquella era una Argentina para pocos", un país "sometido al sistema financiero que dilapidó sus recursos".

Asimismo, resaltó que "haber militado desde muy joven" le ha otorgado "una experiencia política" vinculada a la "búsqueda de justicia" que despertó tanto en él como en "muchos jóvenes de su generación" las "inquietudes necesarias para después convertirse en dirigentes políticos".

"Cada uno de nosotros que asumió un cargo de responsabilidad lo ha hecho en representación de muchos otros compañeros. Esa es la legitimidad que hemos forjado", resumió.

También, sobre el final de la entrevista, De Pedro se mostró confiado en que "el pueblo va a elegir la continuidad" y "profundización de este proyectos" ya que "todavía quedan juicios pendientes (a genocidas), 400 nietos robados por la dictadura por recuperar y resta avanzar en el esclarecimiento del rol que le cupo a la pata civil de la dictadura", en referencia a los "empresarios, corporaciones y medios de comunicación".

Por su parte, Cabandié resaltó cómo esas políticas se traducen en que "hoy acude más gente a las marchas del 24 de marzo, que en los ochenta o en los noventa. En vez de diluirse la memoria se está incrementando el movimiento, el reloj va en el sentido contrario a la lógica", señaló el diputado.

A su turno, Fresneda manifestó que "esto es ya una política de Estado sin marcha atrás que además ha dado mucho prestigio internacional a la Argentina. No solo el Gobierno, también el poder judicial y legislativo están comprometidos, el presidente de la Corte Suprema lo ha dejado claro. Es irreversible", aseguró el titular de la Secretaría de Derechos Humanos.