En un informe publicado por Infonews, destacan las contradicciones de los diarios argentinos Clarín, La Nación y Perfil que publicaron la información con un optimismo que no se vio cuando la Argentina consiguió firmar un acuerdo con Irán para avanzar en la investigación por el atentado a la sede de la mutual judía AMIA.
Con la comparación queda en evidencia la doble vara que utilizan estos medios para tratar situaciones similares. Por ejemplo, en 2013, cuando fue sellado el acuerdo entre Argentina e Irán, Clarín publicaba títulos como: "El Gobierno llegó a un acuerdo con Irán donde los acusados solo serán interrogados en Teherán"; "Más preocupación en EE.UU. por el memorándum con Irán"; "El artículo de Pepe Eliaschev que denunció el acuerdo con Irán" y "Una negociación signada por la ambigüedad".
Las columnas no estuvieron al margen de este tipo de lectura. Según un texto publicado por Eduardo Van Der Kooy el 29 de enero de 2013 "es en esta región del mundo donde Irán ha hecho apuestas para quebrar el aislamiento al que lo viene condenando la alianza de Estados Unidos con Israel".
Y La Nación hacía lo propio con encabezados del tipo: "Críticas al memorándum con Irán tras la negativa a declarar del ministro iraní"; "Carrió: 'El memorándum con Irán es una vergüenza histórica'" y "Entre insultos y gritos, avanza el pacto con Irán".
También los portales web, más acotados en llegada al público, Infobae y Perfil se sumaban a las críticas: "Eliaschev: 'El Gobierno duplica la apuesta por AMIA y después duermen la causa'"; "DAIA ratifica el rechazo al acuerdo con Irán por AMIA que trata el Senado" y "Con críticas al acuerdo con Irán, la DAIA presentó a sus asesores".
Sin embargo, el anuncio realizado ayer por el presidente Obama fue festejado en Clarín: "Histórico acuerdo entre las potencias mundiales e Irán por su programa nuclear"; En La Nación: "Barack Obama celebró 'el acuerdo histórico' con Irán y dijo que garantiza la seguridad" y "El acuerdo nuclear con Irán, un paso audaz y controvertido de Barack Obama"; y en Perfil: "Histórico: Estados Unidos firmó un acuerdo nuclear con Irán".
Según una columna publicada hoy por Silvia Pisani en La Nación "con el avance de las negociaciones con Teherán, el mandatario (Obama) impulsó un importante giro para la diplomacia de Estados Unidos".
Por otro lado, los mismos medios también hicieron un especial hincapié en que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner utilizara las redes sociales para dar detalles del Memorándum de entendimiento con Irán y no así con los distintos funcionarios públicos internacionales que hicieron lo propio con el plan nuclear alcanzado por las potencias mundiales.
No sorprende la poca objetividad de los medios que fueron hasta cómplices y parte de la dictadura cívico-militar. Pero siempre es triste ver tan obvia hipocresía desfilar por una pasarela tan sensible como lo es la comunicación, generadora de sentidos.
Gracias a las políticas instauradas en los últimos años, que permitieron alcanzar logros como la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, cada vez son menos los que compran el pescado podrido de los monopolios. Pero todavía falta mucho por recorrer en ese sentido, por eso la importancia de que el modelo político que lo llevó a cabo pueda continuar.

En un informe publicado por Infonews, destacan las contradicciones de los diarios argentinos Clarín, La Nación y Perfil que publicaron la información con un optimismo que no se vio cuando la Argentina consiguió firmar un acuerdo con Irán para avanzar en la investigación por el atentado a la sede de la mutual judía AMIA.

Con la comparación queda en evidencia la doble vara que utilizan estos medios para tratar situaciones similares. Por ejemplo, en 2013, cuando fue sellado el acuerdo entre Argentina e Irán, Clarín publicaba títulos como: "El Gobierno llegó a un acuerdo con Irán donde los acusados solo serán interrogados en Teherán"; "Más preocupación en EE.UU. por el memorándum con Irán"; "El artículo de 'Pepe' Eliaschev que denunció el acuerdo con Irán" y "Una negociación signada por la ambigüedad".

Las columnas no estuvieron al margen de este tipo de lectura. Según un texto publicado por Eduardo Van Der Kooy el 29 de enero de 2013 "es en esta región del mundo donde Irán ha hecho apuestas para quebrar el aislamiento al que lo viene condenando la alianza de Estados Unidos con Israel".

Y La Nación hacía lo propio con encabezados del tipo: "Críticas al memorándum con Irán tras la negativa a declarar del ministro iraní"; "Carrió: 'El memorándum con Irán es una vergüenza histórica'" y "Entre insultos y gritos, avanza el pacto con Irán".

También los portales web, más acotados en llegada al público, Infobae y Perfil se sumaban a las críticas: "Eliaschev: 'El Gobierno duplica la apuesta por AMIA y después duermen la causa'"; "DAIA ratifica el rechazo al acuerdo con Irán por AMIA que trata el Senado" y "Con críticas al acuerdo con Irán, la DAIA presentó a sus asesores".

Sin embargo, el anuncio realizado ayer por el presidente Obama fue festejado en Clarín: "Histórico acuerdo entre las potencias mundiales e Irán por su programa nuclear"; En La Nación: "Barack Obama celebró 'el acuerdo histórico' con Irán y dijo que garantiza la seguridad" y "El acuerdo nuclear con Irán, un paso audaz y controvertido de Barack Obama"; y en Perfil: "Histórico: Estados Unidos firmó un acuerdo nuclear con Irán".

Según una columna publicada hoy por Silvia Pisani en La Nación "con el avance de las negociaciones con Teherán, el mandatario (Obama) impulsó un importante giro para la diplomacia de Estados Unidos".

Por otro lado, los mismos medios también hicieron un especial hincapié en que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner utilizara las redes sociales para dar detalles del Memorándum de entendimiento con Irán y no así con los distintos funcionarios públicos internacionales que hicieron lo propio con el plan nuclear alcanzado por las potencias mundiales.

No sorprende la poca objetividad de los medios que fueron hasta cómplices y parte de la dictadura cívico-militar. Pero siempre es triste ver tan obvia hipocresía desfilar por una pasarela tan sensible como lo es la comunicación, generadora de sentidos.

Gracias a las políticas instauradas en los últimos años, que permitieron alcanzar logros como la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, cada vez son menos los que compran el pescado podrido de los monopolios. Pero todavía falta mucho por recorrer en ese sentido, por eso la importancia de que el modelo político que lo llevó a cabo pueda continuar.