Ante la comisión de salud de la Cámara de Diputados, el ministro de Salud Ginés Gonzalez García adelantó vía conferencia virtual, que el Gobierno estudia eliminar impuestos aduaneros para importar insumos críticos, así como declarar de interés público a todos los recursos sanitarios del país para fortalecer el sistema que hará frente al coronavirus.

El funcionario explicó que no están prohibidas las compras de insumos por parte de las provincias, tarea que centralizó el Estado nacional, y adelantó que está en estudio la eliminación de "impuestos aduaneros a estos insumos críticos para provincia, nación, municipios y privados", aunque todavía no es una medida tomada.

La decisión del Gobierno de centralizar las compras es para asegurar la equidad en la distribución de un recurso escaso para que no lo adquiera sólo el que tiene más dinero o llega primero a hacer la compra. Por eso, toda la producción la adquiere Nación y distribuye a las provincias.

Para asegurar esa igualdad en el tratamiento, también anticipó que "va a salir un decreto de necesidad y urgencia que va a declarar como interés público a todo recurso sanitario de la Argentina (público y privado), que tiene que tener un comportamiento igualitario para todos".

González García informó que la Argentina tiene 8.500 camas públicas o privadas en centros sanitarios, las cuales tienen equipos de terapia intensiva con respirador. Hasta el momento, detalló, el promedio de ocupación de las mismas era de un 80 u 85% pero al suspender todas las cirugías postergables, junto a la caída de accidentes, actualmente "sólo el 50% de las camas" están en uso, por lo que hay unas 4.300 disponibles. El objetivo es incrementar esa capacidad instalada en 2.000 o 2.500 más.

De este modo, la decisión de centralizar las compras en el Gobierno nacional, restricciones a la exportación de insumos críticos y la ayuda del Estado para suplir las necesidades tecnológicas de los productores de respiradores llevaron a que la capacidad de generar estos insumos creciera en un 10%, con el fin último de poder lograr un abastecimiento "propio y soberano" para atender la demanda generada por la pandemia.