El inicio de la cuestión fue el polémico spot en la pizzería, cuyas reacciones en las redes provocaron una manifestación en Twitter del propio Presidente. Como es sabido, ninguno de los conceptos que pronuncie el mandatario son al azar, y es evidente que había una intencionalidad detrás de la frase con un evidente toque de construcción comunicativa.

Replicando la metodología del Gobierno de amedrentar y perseguir a usuarios por pronunciarse en las redes -aunque en este caso se hace con fundamentos procesales pertinentes- el ex juez Carlos Rozanski (quien condenó al genocida Miguel Etchecolatz), el abogado Eduardo Barcesat, el diputado nacional Horacio Pietragalla Corti, el presidente del Llamamiento Argentino Judío Jorge Elbaum y el empresario Guillermo Robledo, firmaron una denuncia contra el Jefe de Estado acusandolo por "incitar a la violencia colectiva contra grupos de personas o instituciones", violando el artículo 212 del Código Penal y por "imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor", según prohibe el artículo 213 bis.

Macri pidió aislar a los argentinos que tengan “veneno social” por ser “personas envilecidas”, por lo que la imputación judicial infiere que su objetivo fue "estigmatizar a grupos de habitantes" y proponer su aislamento, tal y como afirmaba el libro 'Mi Lucha', del genocida Adolf Hitler.

“Llamamiento argentino judío manifiesta su repudio al uso de terminología que en el pasado sirvió para exacerbar el odio y la muerte de millones de seres humanos. Más aún, si la utilización de esos conceptos son términos no ya de un funcionario de menor rango sino expresiones del propio Presidente de la Nación”, se lee en la denuncia reproducida por El Destape.

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