La grieta le permitió al macrismo quebrar el código que decía que no se iba contra los hijos. Ahora se permite todo y no duda en lastimar al protagonista llevándose por delante la familia y los seres queridos.

Después del ataque orquestado contra Florencia Kirchner que llevó a Cristina a trasladarla a Cuba para alejarla de la violencia verbal que caía sobre ella y recluirla en un centro de atención para que mejore, ahora decidieron ir nuevamente sobre ella.

La encargada fue Laura Di Marco, quien con la seguridad del que sabe de lo que habla, aseguró que Florencia tiene anorexia -por verla flaca en las fotos de su cuenta en Instagram- y que la responsabilidad de eso es por el síndrome de ‘madre ausente’ -teoría inventada por su propia cosecha y que le sirve para utilizarla ad hoc- por lo que le cae a la propia Cristina sentirse culpable de cuadro.

Sin conocimientos de medicina ni psicología, lo de Di Marco es de una crueldad superlativa ya que juega con lo que no se debe, sin saber de lo que está hablando.