Esta vez Eduardo Feinmann parece haber dejado de lado su costado militante y se atrevió a criticar a un funcionario del macrismo.

Es cierto que era muy difícil de defender que el ministro de seguridad de la Ciudad estuviera disfrutando del US Open mientras en uno de los lugares más seguros de la Ciudad asesinaban a un ingeniero para robarle un teléfono.

Para peor desde el ministerio intentaron justificar a su titular asegurando que estaba en un viaje oficial con reuniones con personal del FBI entre otras cosas. Hasta Feinmann aclaró que todo eso era sarasa.