Desde que la noticia tomó relevancia, Gerardo Milman dejó de dar notas. Hay silencios que dicen más que las palabras.

En efecto, son cada vez más los indicios de que la investigación que recae sobre el diputado del PRO por los vínculos con Revolución Federal, la organización detrás del intento de asesinato de Cristina Kirchner, generaron un tembladeral en el espacio político de Mauricio Macri.

A tal punto que se dice que Patricia Bullrich le habría soltado la mano. En El Destape radio dedicaron un rato largo a analizar la situación de Milman y hasta se afirmó que el legislador está “muy mal psicológicamente".

No es de sorprender, sobre todo si se tiene en cuenta que Pato ya lo sacó la jefatura de su campaña presidencial para el año que viene.

Pese a que el aparato judicial hace lo posible por no investigar el intento de asesinato, de a poco surgen pruebas y caminos que muestran la relación entre dirigencia opositora y los grupos de extrema derecha que fogonean discursos de odio que terminan en brutalidades como la que sufrió Cristina Kirchner en su cara y pudo haber terminado con su vida.