Hay veces que parece que lo hace a propósito y otras veces que no, que se deja llevar por su histórica defensa corporativa sin considerar el peso de lo que está pasando.

Ernesto Tenembaum cayó en uno de sus clásicos lapsus donde es más importante saber hasta qué punto se extralimitó Juliana Di Tullio al nombrarlo en la Cámara de Senadores que condenar la comprobación del funcionamiento de una Mesa Judicial del macrismo para perseguir opositores.

Y Di Tullio se lo hizo notar.